#Renovación metodológica: deconstruir para construir.

Deconstruir para construir, deconstruir para crear
  
  Una vez más el mundo de la cocina me sirve de símil oportuno para hablar de renovación metodológica y en concreto para caer en la cuenta de que el cambio en el aula no consiste en "destruir para construir", es decir, en desechar todo lo que hasta ahora hacíamos cambiándolo por algo totalmente diferente sino, en muchos casos, en redefinir, afinar y dar sentido a algunas de las cosas que ya venimos haciendo y que, con peligrosa inercia, repetimos hasta vaciarlas de sentido. En esta comparación tomaré prestado el término culinario "deconstruir", aunque su origen no es gastronómico, y que la RAE define como "deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual", para concluir que la actualización metodológica consiste, también, en desgranar y tomar lo mejor de lo tradicional para, aderezándolo con lo nuevo, conseguir dar sentido a la tarea de enseñar a aprender. Es decir "deconstruir para construir". Ferrá Adriá, creador de la "Tortilla deconstruida", una receta tan sugerentemente tradicional como innovadora, habla de innovar como "ver lo que los demás no ven, porque todo ya existe" y define al innovador como "aquel que no se para ante nada y no tiene miedo a jugar y a descubrir nuevas formas de hacer las cosas". Lo dicho: "deconstruir para construir, deconstruir para crear". 

Exámenes deconstruidos, "Badgets y Bandages": una experiencia de aula. 

   De este punto de vista nace una experiencia de evaluación que bien podríamos llamar "examen deconstruido" (el "mini de los viernes" para mis alumnos/as de Física y Química de 4ºESO). En apariencia, los ingredientes son los del examen tradicional: hoja, bolígrafo, calculadora, preguntas/problemas, tiempo límite, corrección y nota individual. Deconstruyendo la experiencia para marcar las diferencias diríamos de estos "minis" que: constan sólo de una o dos preguntas, versan únicamente sobre lo trabajado durante la semana, se pueden resolver en un máximo de 15 minutos, a través de los propios compañeros de equipo revisan y se hacen conscientes de lo que han aprendido y de la naturaleza de sus dificultades... Vayamos por partes.

Momento 1. Individual.

• Los alumnos se separan de sus grupos para realizar el "mini".
• Cada alumno/a prepara un A5. En cada cara del mismo deberá copiar y resolver un problema que se dicta o proyecta para todos. Usarán un bolígrafo azul o negro y dispondrán, en total, de 15' para su realización. 

Momento 2. Valoración Compartida.

versión A...(fase aprendizaje) 

• Una vez finalizados los 15' deben cambiar de bolígrafo por otro de color "diferente" (verde, naranja, violeta...) 
• A continuación pasarán su hoja a un compañero de su equipo de trabajo habitual (no siempre debe ser el mismo), que será el que revise y valore su trabajo (anotará su nombre en la hoja). 
• Ahora el profesor irá resolviendo ambos problemas para todos, indicando, con detalle y razonadamente, el valor -la unidad es el tic "✓"- de cada una de las fases que llevan a la correcta solución de los mismos (por ejemplo: "si este paso lo tiene expresado correctamente le asignáis dos tics "✓✓"). Al tiempo que el profesor realiza y asigna ese valor, los alumnos/as señalan los tics "✓"  correspondientes en la hoja del compañero. 
• El profesor irá, al mismo tiempo, resolviendo dudas y aclarando aspectos sobre la valoración. Al terminar, sumarán el total de tics "✓" obtenidos, anotando el resultado.
• Generalmente el valor total del "mini" es de 20 tics "✓", lo que corresponde con 2 puntos finales. 


 versión B...(nivel avanzado)

• El profesor pasea por el aula durante el momento individual comprobando quienes van resolviendo de forma correcta los problemas. Entonces les asigna directamente los 2 puntos (y el badget correspondiente -ver momento 3-)
• Al finalizar el tiempo, y ya con los bolígrafos de color "diferente", los grupos de trabajo habitual se vuelven a juntar entorno a las hojas de los miembros que no han rematado correctamente los problemas. (Hay que asegurarse antes que en todos los grupos hay, al menos, un miembro con todo correcto) 
• Entre todos tienen que descubrir las dificultades y asignar la valoración siguiendo las pautas generales que antes da el profesor (que esta vez ya no resolverá para todos el/los problema/s) 


Momento 3: "Badgets y Bandages"

• Para terminar, el profesor tipifica los distintos tipos de dificultades que han podido bloquear el acceso a la correcta resolución final (...de cálculo, ...de planteamiento, ...de fórmulas, ...de unidades...)
• Ahora cada compañero (o el grupo si estamos en la versión B) indicará, en la hoja del que ha valorado, estos aspectos. Se puede hacer con frases-tipo o también de una forma más gráfica y visual, como por ejemplo, dando "badgets" o insignias para los progresos y "bandages" o tiritas para los aspectos a mejorar.


• Finalmente la hoja vuelve al propietario que revisará la evaluación...
• Al concluir la sesión el profesor se lleva todas las hojas a las que debería dar una última revisión...

Como veis no deja de ser un examen de toda la vida pero con una estructura que, creo, permite realzar los elementos constructivos de aprendizaje... "deconstruir para construir, deconstruir para crear".

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